"Los ingenieros no nos hacemos famosos sino hasta después del desastre"

Montserrat Muñoz  

Miles de personas perdieron la vida tras haber quedado atrapadas en edificios cuyas estructuras no resistieron el sismo ocurrido en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985. A pesar de algunas medidas tomadas la misma historia sucedió 32 años después, cuando en 2017 un terremoto volvió a golpear la capital del país provocando la muerte de 228 personas e incontables pérdidas económicas. 

Para Kit Miyamoto, director de la firma Miyamoto International, dedicada a la ingeniería estructural, ingeniería resistente a sismos y reducción de riesgo de desastres no es necesario que una tragedia ocurra para convencer a la industria de la construcción y a los gobiernos de tomar medidas. 

Lo anterior lo mencionó durante la conferencia "Cómo aumentar la resiliencia a los terremotos en México", dictada en el marco del Simposio Internacional de Ingeniería Civil (SIIC) ITESO 2020, que se llevó a cabo del 12 al 14 de marzo en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ. 

El ingeniero enfatizó que los sismos de 2017 fueron una advertencia para que la ciudad modernice las estructuras de sus edificios más antiguos que puedan ser vulnerables ante un nuevo sismo.

Aplaudió los espacios que, como el SIIC, invitan a profesionales y estudiantes de ingeniería civil a formarse y especializarse en reducción de riesgos desde el diseño de edificaciones. 

"El problema con los ingenieros es que no nos hacemos famosos sino hasta después del desastre, pero la verdad es que nos necesitan más antes del desastre que después", dijo el también comisionado de seguridad sísmica de California. 

Miyamoto invitó a empresarios y autoridades a emprender una campaña de información sobre construcciones seguras y resaltó que los códigos y reglamentos de edificación deben ser entendidos como los requerimientos mínimos que exige la ley y no como el tope a alcanzar. 

"Implementar los sistemas de mejora en construcciones no es difícil, no es caro y sí representa un gran impacto. Para empezar, deberían evaluarse y reforzarse los edificios clave de la ciudad como las escuelas y los hospitales", señaló. 

Luis Arriaga Valenzuela, SJ, rector del ITESO, hizo hincapié en la vocación social de quienes se dedican a la ingeniería civil y los invitó a reflexionar en torno a la dimensión humana de la profesión.  

"Ustedes, como ingenieras e ingenieros civiles, tienen un rol en la sociedad que resulta clave para que muchos otros proyectos funcionen bien, sean socialmente útiles y propicien condiciones respetuosas de la dignidad humana", dijo el Rector durante la inauguración del SIIC. 

Resaltó que las historias de los sismos de la Ciudad de México, así como de muchos otros ocurridos en todo el mundo, incluyen "fuertes dosis de tragedia humana causada por la pobreza y corrupción que se manifestaron al momento de estos temblores", por lo que consideró prioritario que los ingenieros pongan sus conocimientos al servicio de la sociedad. 

Ser un ingeniero integral

Kit Miyamoto enfatizó la importancia de que los estudiantes tomen, además de las materias curriculares propias de la carrera, asignaturas de física, geotecnia y estadística, así como cursos de análisis estructural y mecánica de estructuras.  

"Es importante complementar con materias de negocios, como finanzas y marketing. En general, la gente entiende mejor si hablas un idioma de negocios. Tomar estos cursos en definitiva sería muy beneficioso para la formación de un ingeniero", aseguró. 

Juan Pablo Doddoli Rodríguez, presidente del comité organizador del SIIC, coincidió con que profesionales y estudiantes de ingeniería civil deben complementar su formación con otras áreas del saber. 

"Los retos para ejercer nuestra profesión son cada vez mayores. Debemos de tomar nuestra posición con servicio a la sociedad. El término ‘civil' nos refiere no solamente a construir infraestructura sino a enfocarnos a una construcción de sociedad y comunidad", apuntó el estudiante. 

Más de 350 profesionales y estudiantes, tanto del ITESO como de otras universidades de la región asistieron al SIIC 2020. En la actividad se impartieron conferencias y talleres, y hubo visitas de obra. 

En la inauguración del SIIC estuvieron Catalina Morfín López, directora general académica; Óscar Castro Mercado, director del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU), y Gil Humberto Ochoa González, coordinador de Ingeniería Civil.