“Un traductor normativista es alguien que no le entendió a la carrera”: Adrián Chávez
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“Un traductor normativista es alguien que no le entendió a la carrera”: Adrián Chávez
Conocido por su contenido de divulgación lingüística en redes sociales, sobre todo en TikTok e Instagram, el también escritor participó en el I Foro de Traducción e Interpretación en el ITESO. Durante su charla, compartió la ruta que siguió en su trabajo e invitó a “sanar nuestra relación con la lengua, a buscar otras maneras de habitarla”.
Édgar Velasco
En el siglo IV, Jerónimo de Estridón acometió una empresa de grandes proporciones: tradujo del hebreo y el griego al latín de uso común los textos de la Biblia. Su versión es conocida como la Vulgata —“edición para el pueblo” o “edición difundida”— y desde el siglo XVI es considerada, por así llamarla, la Biblia oficial de la Iglesia Católica Romana. Por esta labor, Jerónimo, quien puede ser considerado un divulgador pues llevó un conocimiento reservado a unos cuantos a un público más amplio, es considerado el santo patrono de las y los traductores, que celebran el Día Internacional de la Traducción el 30 de septiembre, fecha elegida para la realización del I Foro de Traducción e Interpretación en el ITESO y que contó como uno de sus invitados al escritor, traductor, lingüista y divulgador Adrián Chávez, quien durante su charla dijo que “la traducción es un puente que permite ampliar el alcance de un mensaje”, algo que hizo en su tiempo Jerónimo y que ahora, muchos años después, Chávez hace desde las redes sociales.
El foro fue organizado por la Licenciatura en Traducción e Interpretación y al inicio de su charla, titulada “Lengua, traducción y divulgación en la era de TikTok”, Chávez se dijo contento porque estaba rodeado de colegas. Compartió que él no estudió traducción, sino interpretación, además de lengua y literatura, y añadió que “no estudié para ser divulgador ni creador de contenido”, por lo que comenzó a contar cómo se vio convertido en uno a partir de sus conocimientos en aquello para lo que sí estudió.
Durante la pandemia, trabajaba desde casa —como lo hicieron muchas personas por la contingencia sanitaria— haciendo traducciones literarias, cuando se volvió viral el caso de una persona que en sus clases en línea exigió a sus compañeros de clase que le llamaran “compañere”. Al conocer el caso y ver las reacciones que estaba despertando, decidió grabar un video en TikTok para explicar “lo que estaba pasando desde la lengua con el lenguaje incluyente. Empecé a recibir muchos comentarios y comprobé, de manera violenta y abrupta, que todos los mensajes estaban pasados por un único filtro: el normativismo. Me pareció decepcionante y preocupante”.
Chávez explicó que el normativismo se centra en decir qué está bien y qué está mal; qué es correcto y qué incorrecto; si existe o no existe un determinado uso de la lengua. “Nuestra relación con la lengua está hackeada por el normativismo, incluso para quienes amamos la lengua. Es la única relación que nos enseñaron”. Esto se agrava, añadió, cuando ese normativismo deviene en “normativitis”, una suerte de “hinchazón ideológica que nos atraviesa y no nos deja ver la lengua sin el filtro de la norma”, algo que es completamente contrario al objeto de estudio de la lingüística en tanto ciencia.
Para explicar cómo funciona la visión normativista (que enjuicia y cuestiona) en contraste con la mirada lingüística (que se mueve por la curiosidad), tomó como ejemplo el uso de la palabra “dijistes” y su reacción entre la audiencia. Dijo que la lingüística nace de la curiosidad: no dice lo que debe ser, sino lo que de hecho es. Expuso cómo no hay argumentos para afirmar que el uso de la conjugación “dijistes” sea incorrecto, y que por lo general se ataca su uso desde trincheras que nada tienen que ver con la lingüística. Así, describió la mirada normativista como “anticientífica, acrítica, jerarquizante y apocalíptica”, mientras que la mirada lingüística es “científica, crítica, democrática y chill”. Ante las voces que exclaman que las nuevas generaciones están acabando con el español, el escritor y traductor dijo que “hay registros en sumerio que ya desde entonces había quejas de cómo escribían los jóvenes. Es un medio perene, que pasa de generación en generación, pero lo cierto es que el español goza de perfecta salud. En cambio, es feo que la única relación afectiva que tenemos con la lengua sea desde la irritación y la preocupación”.
La charla avanzó de manera relajada, desenfadada, en medio de bromas, sarcasmo y risas de la audiencia, tal y como ocurre en sus videos en las redes sociales, mismos que empezó a grabar “porque vi que había un vacío de divulgación lingüística en TikTok”. Así, entre bromas que no eran bromas, explicó que hay tres gramáticas, visualizadas en una pirámide: la normativa, en la punta; la descriptiva, al centro, y la internalizada, en la base. “La más importante es la gramática internalizada que tarda siglos en cambiar, aunque quieran decirnos que la más importante es la normativa. En realidad, el normativismo lo que busca es mantener otras pirámides, sociales y de poder, que nada tienen ver con la lengua”. Luego, dijo que “las y los traductores estamos presentes en los tres ámbitos”, y compartió cómo visualiza sus tres facetas: “La divulgación es como un puente que une la lingüística, y la traducción, con las y los hablantes. También la traducción es un puente que permite ampliar el alcance de un mensaje”.
Una idea recurrente a lo largo de la charla fue la importancia de atender los contextos en los que ocurren los diferentes usos de la lengua. Siendo un profesor universitario, dijo que era claro que había un contexto normativo, pero había que diferenciar cada caso. La importancia del contexto la entendió, dijo, “por haber estudiado primero interpretación, antes que lengua y literatura. La traducción es una mediación comunicativa que busca encontrar el equilibrio entre la fuente original y el contexto al que se está traduciendo”. Para cerrar, mencionó que “un traductor normativista es alguien que no le entendió a la carrera”, y después añadió que es necesario “sanar nuestra relación con la lengua, buscar otras maneras de habitarla y cambiar el normativismo por la curiosidad”.
En el I Foro de Traducción e Interpretación también participaron Rodolfo Marín, intérprete y traductor, con la ponencia “Más allá de la cabina: espacios y oportunidades reales para el intérprete profesional”, y Grace Sutachan, localizadora, traductora e intérprete, con la conferencia “Traducir con estrategia:¿ la localización en el desarrollo de productos internacionales”.
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