"México debería tener una postura más fuerte ante Trump"
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"México debería tener una postura más fuerte ante Trump"
Marissa Montes, codirectora de la Clínica Jurídica para la Justicia de Inmigrantes de la Loyola Law School en Los Ángeles, California, considera que el país debería dar la bienvenida a los migrantes y ofrecer refugio, independientemente de la política intimidatoria del presidente de Estados Unidos.
Édgar Velasco
Hace un par de semanas, Marissa Montes viajó a Tapachula, Chiapas. "Hace un par de semanas" significa finales de mayo y principios de junio, por lo que en ese entonces todavía no llegaba a la frontera de Guatemala con México la nueva caravana masiva de migrantes centroamericanos.
Unos días después de la llegada de esa caravana, y a casi dos mil kilómetros de distancia, es mediodía de una calurosa tarde de un sofocante junio. Desde las sombrillas que hay fuera de la cafetería del Auditorio Pedro Arrupe, SJ, del ITESO, Montes no duda en afirmar que las caravanas han ocasionado más daño que bien a los migrantes y no titubea cuando señala que ha habido un uso político de los migrantes.
"Quienes crearon las caravanas no tenían una preocupación por la gente, son más bien una declaración política", afirma y agrega que esta situación no ha hecho más que fortalecer la figura del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha comenzado a pavimentar el camino a su reelección.
Marissa Montes nació en Guadalajara en 1987, y apenas tenía dos años de edad cuando migró con su familia a Estados Unidos. No regresó a la ciudad que la vio nacer sino hasta 2018, para participar en el Verano Internacional ITESO. Actualmente es codirectora de la Clínica Jurídica para la Justica de Inmigrantes de la Loyola Law School en Los Ángeles, California, y por segundo año consecutivo se encuentra en la universidad para impartir la clase "Migración, asilo y refugio".
"Es una clase de derecho migratorio con enfoque humanitario. Muchos de los alumnos han trabajado en los albergues de Guadalajara y la idea es darles elementos para que puedan asesorar y explicar sus derechos a los migrantes, así como el tipo de ayuda que pueden solicitar", explica Montes y detalla que el trabajo que realizan en la clínica jurídica en Los Ángeles consiste en acompañar los procesos y casos de solicitudes de refugio y las visas humanitarias para la estancia legal en Estados Unidos. En su estancia de este año le acompañan alumnos de la Loyola Law School, quienes también hicieron el viaje a Tapachula.
Al hablar de la migración centroamericana, tema que ha ganado visibilidad a raíz de las caravanas masivas y que recientemente tuvo otro pico de atención motivado por la amenaza arancelaria que hizo Donald Trump a México si no hace algo para frenar el flujo migratorio a Estados Unidos, Montes señala que en un principio la migración en grupo obedecía a una razón de seguridad, es decir, los centroamericanos preferían viajar en grupo que solos para cuidarse mutuamente.
Sin embargo, esta dinámica fue apropiada por organizaciones más grandes, como Pueblos Sin Fronteras, y después, afirma, ha sido usada políticamente.
"Han traído más daños que beneficios. No contribuyen a crear empatía hacia los migrantes y, por el contrario, incrementan el sentimiento antimigratorio entre la sociedad estadounidense, empoderando más a Trump y dándole motivos para endurecer las medidas no sólo contra los migrantes que están en tránsito, sino contra quienes ya están en el país", asegura la abogada y enlista algunos de los cambios negativos como el alza en el número de deportaciones, la disminución de aplicaciones para obtener la ciudadanía estadounidense, y el incremento en las redadas para detener y deportar personas a sus países de origen.
Lo dicho por Marissa hace eco de las declaraciones de Alejandro Solalinde, que en fechas recientes ha sido duramente criticado por decir que quienes están migrando en las caravanas están siendo manipulados.
Aunque dice no conocer mucho del trabajo del sacerdote, Montes señala que tiene mucho de razón. "Yo que soy defensora de los derechos de los migrantes, puedo decir que no hay razones humanitarias, son una declaración política", comenta y añade: "He hecho entrevistas a migrantes hondureños y al preguntarles cómo decidieron sumarse a la caravana, señalan que escucharon la invitación en la radio o la vieron en la televisión. ¿Quién tiene recursos para organizar una campaña así en los medios? Hay opiniones divididas pero es claro que hay una explotación de los migrantes y la desinformación actúa en su perjuicio".
En cuanto a su trabajo en la clínica, señala que las solicitudes de asilo que tienen más posibilidades de ser aceptadas son aquellas tramitadas por integrantes de la comunidad LGBTTTI y los activistas que son perseguidos por sus opiniones políticas. Las que menos prosperan son las que tienen su origen en la violencia por pandillas y por la violencia de género.
"Es más fácil cuando el perseguidor está vinculado al poder [del Estado] que cuando se trata de civiles", lamenta la abogada.
Sobre el último diferendo entre México y Estados Unidos por el tema migratorio, Marissa Montes confiesa que esperaba más.
"México debería tener una postura más fuerte. Decir ‘Me vale' y no tomar parte de la dinámica impuesta por Trump. Yo esperaba que pudieran decir que se iba a dar la bienvenida a quienes estuvieran pidiendo refugio, hacer pactos internacionales".
En cambio, lo que pasó fue que México se comprometió a reforzar la frontera sur con elementos de la Guardia Nacional, algo que la abogada califica como innecesario.
"Allá [en Estados Unidos] hay una narrativa de que es muy fácil entrar a México, pero cuando viajé a Tapachula me quedé sorprendida al ver la cantidad de agentes que hay custodiando la frontera, haciendo detenciones arbitrarias. Enviar a la Guardia Nacional es totalmente innecesario", concluye.